Fundación Centro Juvenil Misionero
A mediados del 2018, un grupo de voluntarios de la Obra Don Orione Pequeño Cotolengo compartía un sueño común: llevar la esencia de la caridad a los jóvenes del interior del país. Con este noble propósito en mente, organizaron visitas para que los jóvenes rurales pudieran conocer de cerca la obra y vivir una experiencia de fe enriquecedora. En ese proceso, los voluntarios se embarcaron en un viaje al interior del país, donde descubrieron una triste realidad: muchos jóvenes del campo carecían de los recursos necesarios para completar sus estudios secundarios o continuar con una educación terciaria.
Conmovidos por esta situación, decidieron tomar medidas y presentaron un proyecto a un sacerdote orionita para traer a estos jóvenes a la capital, brindándoles la oportunidad de terminar sus estudios. Durante dos años de arduo trabajo y dedicación, el proyecto fue formalmente aprobado, estableciendo así los cimientos de lo que hoy es una fundación en pleno crecimiento.
Lo que comenzó con apenas 3 o 4 jóvenes se ha convertido en una inspiradora comunidad de 16 individuos comprometidos con un propósito común. Estos jóvenes, miembros de la fundación, se han propuesto realizar misiones de fe y ayuda comunitaria. A través de actos benéficos, no solo están enriqueciendo las vidas de quienes los rodean, sino que también están creciendo en términos de desarrollo personal y espiritual. La fundación se ha convertido en un faro de esperanza y oportunidad, guiando a estos jóvenes hacia un futuro más brillante, lleno de posibilidades y, sobre todo, lleno de amor y solidaridad.
Misión
Es nuestro firme compromiso promover el derecho fundamental de cada individuo, con particular atención a la juventud, a gozar de una existencia digna y completa, asegurando una igualdad de oportunidades para todos. Creemos profundamente en el fomento del desarrollo integral de las capacidades tanto individuales como colectivas, reconociendo este proceso como un medio esencial para impulsar la transformación social y eliminar la lacra de la pobreza. Esta convicción nos impulsa a trabajar incansablemente para crear un entorno en el cual cada persona, sin importar su origen o circunstancias, pueda alcanzar su máximo potencial, contribuyendo así a la creación de una sociedad más justa, equitativa y próspera para todos.
Visión
Una organización responsable y comprometida con la justicia social y el desarrollo humano integral, con una identidad propia caracterizada por la defensa de los derechos de la Juventud, por la confianza de la gente y la comprensión y cercanía a sus problemas, así como por el empoderamiento de aquellas personas y colectivos que no cuentan con los mecanismos ni capacidades necesarias para poder satisfacer sus derechos fundamentales. Una organización social dinámica y participativa, de ámbito de actuación tanto local como internacional, integrada por personas cualificadas e identificadas con la misión y valores institucionales, con capacidad de adaptación al cambio y abierta a la coordinación de esfuerzos y recursos con otras organizaciones públicas y privadas.
Principios y Valores
En la Fundación CJM, nos regimos por principios fundamentales de solidaridad, respeto y responsabilidad que son intrínsecos a nuestra sociedad. Somos una manifestación viva de estos valores arraigados en nuestra comunidad, y consideramos nuestra misión el preservar y promover su esencia. Nos comprometemos a ser guardianes de estos principios, esforzándonos continuamente por mantener la coherencia entre nuestras acciones y los valores que representamos. Nos dedicamos a respetar, defender y difundir estas virtudes en todas nuestras iniciativas y relaciones, reconociendo que son los cimientos sobre los cuales se construye un mundo más justo, equitativo y compasivo. En nuestra labor diaria, nos esforzamos por ser ejemplos vivos de estos valores, inspirando a otros a unirse a nosotros en la promoción de una sociedad basada en la solidaridad, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida.